La electroestimulación consiste en la aplicación de una corriente eléctrica no dolorosa, similar a la que emiten nuestros nervios, sobre una zona determinada del cuerpo provocando la contracción del músculo tratado.

La electroestimulación es un tratamiento reconocido por su alta eficacia en los casos de incontinencia urinaria y anal provocados por una disfunción perineal o insuficiente funcionamiento de los esfínteres urinario y anal:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo: el objetivo del tratamiento es reproducir las contracciones de los músculos del suelo pélvico mejorando sus funciones y permitiendo su identificación y refuerzo.
  • Incontinencia urinaria de urgencia: se persigue estimular a baja frecuencia los nervios del suelo pélvico, inhibiendo las contracciones involuntarias de la vejiga hiperactiva y produciendo un efecto relajante sobre ella.
  • Incontinencia urinaria mixta: el aparato electroestimulador adapta sus programas para tratar ambos casos de incontinencia.
  •  Incontinencia anal: se persigue mejorar el control intestinal, de gases y fecal, tonificando los músculos del suelo pélvico y del esfínter anal

Los beneficios de la electroestimulación utilizada en el tratamiento del suelo pélvico son múltiples:

  • Despierta los músculos del suelo pélvico y ayuda a que éstos mantengan su contracción. En aquellas personas que tienen muy debilitada esta zona, la electroestimulación es casi la única manera de que consigan contraer eso que llamamos suelo pélvico.
  • Permite localizar con precisión y sentir perfectamente unos músculos que, para algunas personas, son unos completos desconocidos, facilitando el camino para ejercitarlos en un futuro sin necesidad de esos aparatos electroestimuladores.
  • Mejora sustancialmente el flujo de sangre que nutre y recupera el músculo, multiplicándolo en cada contracción generada por el aparato.
  • Ayuda a localizar, contraer y, por tanto, reforzar el periné y los esfínteres anales y/o urinarios mejorando la incontinencia urinaria y fecal con un alto grado de éxito.
  • Puede resultar útil en caso de vejigas hiperactivas, ayudando a que el músculo que nos avisa de que vayamos al baño sólo se contraiga en caso de que nuestra vejiga se encuentre suficientemente llena.
  • En otras ocasiones se utiliza para calmar zonas dolorosas o hipersensibles del área vulvar y vaginal, tales como la cicatriz de la episiotomía, desgarros perineales o vaginales tras el parto o tras un traumatismo.

Son muchos y variados los usos de la electroestimulación, por lo que se hace imprescindible la valoración y consejo de un especialista en suelo pélvico antes de decidirnos por este tratamiento para comenzar nuestra reeducación perineal y mantenerla en casa.

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